Cómo mantener a sus hijos alejados del tabaco
Evite que sus hijos comiencen a consumir tabaco
Puede que los padres que están al pendiente de sus hijos tengan un impacto incluso mayor de lo que los mismos padres piensan sobre la decisión de que sus hijos comiencen o no a fumar. Los estudios han mostrado que los adolescentes cuyos padres a menudo les hablaron sobre los peligros del fumar fueron mucho menos propensos a fumar que aquellos que no tuvieron estos diálogos con sus padres. Este hecho fue válido independientemente de si los padres eran o no fumadores.
A continuación presentamos algunos consejos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE. UU. para ayudar a los padres a mantener a sus niños libres de tabaco:
Los niños de padres que fuman tienen mucha más probabilidad de convertirse en fumadores. No obstante, incluso si consume tabaco, usted aún puede influir en las decisiones de sus hijos. Puede ser que tenga incluso un mayor poder, debido a que usted ha pasado por esto. El mejor paso, por supuesto, es dejar el hábito. Mientras tanto, no consuma tabaco en la presencia de sus hijos, no les ofrezca tabaco y no lo deje al alcance de ellos. Usted puede hablarle a sus hijos sobre:
Si puede, no permita que se fume en su casa. No fume en lugares cerrados y no permita que nadie más lo haga. Si tiene un auto, tampoco permita que se fume en él.
Cómo ayudar a su hijo a abandonar el hábito
Si su hijo ya comenzó a consumir tabaco, le presentamos estas sugerencias para ayudarles a dejar el hábito:
Posponga: las ganas se desvanecerán con el tiempo.
Respire profundamente: inhale aire fresco profunda y calmadamente varias veces.
Tome agua: esto eliminará los químicos.
Haga algo distinto: busque un nuevo hábito sano, algún pasatiempo.
Exprésese: hable sobre sus pensamientos y emociones.
Ayudar a su hijo a dejar el hábito es una de las mejores actividades que como padre usted podría hacer, y si usted usa tabaco, el próximo mejor paso sería dejar el hábito.
Más razones para mantener a sus hijos alejados del tabaco
La investigación ha mostrado que los chicos que consumen tabaco son mucho más propensos a consumir alcohol y drogas ilegales que los que no consumen tabaco. Los fumadores son más propensos también a estar involucrados en peleas, portar armas, tener intentos de suicidio, padecer problemas de tipo emocional como la depresión, y a tener conductas sexuales de alto riesgo.
Esto no significa necesariamente que el consumo de tabaco causa estos comportamientos, sino que son más comunes en los adolescentes que usan tabaco. Otros factores también influyen. Por ejemplo, los adolescentes que fuman y se involucran en otros comportamientos perjudiciales son menos propensos a tener apoyo de padres que participaban en sus vidas cotidianas.
Fuente: American Cancer Society
Puede que los padres que están al pendiente de sus hijos tengan un impacto incluso mayor de lo que los mismos padres piensan sobre la decisión de que sus hijos comiencen o no a fumar. Los estudios han mostrado que los adolescentes cuyos padres a menudo les hablaron sobre los peligros del fumar fueron mucho menos propensos a fumar que aquellos que no tuvieron estos diálogos con sus padres. Este hecho fue válido independientemente de si los padres eran o no fumadores.
A continuación presentamos algunos consejos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los EE. UU. para ayudar a los padres a mantener a sus niños libres de tabaco:
- Recuerde que a pesar del impacto de las películas, la música y los amigos, los padres pueden ser la mayor influencia en la vida de sus hijos.
- Hable con sus hijos sobre los riesgos del uso del tabaco. Si sus seres queridos padecen o murieron de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, informe a sus hijos sobre esto. Explíqueles que el tabaco hace que el corazón se esfuerce más, causa daños a los pulmones, así como muchos otros problemas de salud, incluyendo cáncer. También mencione cómo el tabaco afecta la apariencia de una persona y el mal olor que provoca: el fumar hace que el cabello y la ropa apeste, causa mal aliento y mancha los dientes y las uñas. El tabaco masticable para escupir y otros productos de tabaco sin humo causan mal aliento, formación de caries, pérdida de dientes, manchan la dentadura y afectan el hueso de la mandíbula.
- Comience a hablar con sus hijos sobre el tabaquismo cuando tengan de cinco a seis años de edad y continúe hablándoles hasta que lleguen a la preparatoria. Muchos niños comienzan a experimentar con el tabaco a los 11 años, y a los 14 años ya muchos son adictos.
- Investigue si los amigos de sus hijos consumen tabaco. Hablen sobre las formas de decir “no” al tabaco.
- Hable con sus hijos sobre la falsa impresión que se presenta del tabaco en los medios de comunicación, como los anuncios impresos, las películas y las revistas.
Los niños de padres que fuman tienen mucha más probabilidad de convertirse en fumadores. No obstante, incluso si consume tabaco, usted aún puede influir en las decisiones de sus hijos. Puede ser que tenga incluso un mayor poder, debido a que usted ha pasado por esto. El mejor paso, por supuesto, es dejar el hábito. Mientras tanto, no consuma tabaco en la presencia de sus hijos, no les ofrezca tabaco y no lo deje al alcance de ellos. Usted puede hablarle a sus hijos sobre:
- Cómo usted comenzó a consumir tabaco y de lo que pensaba sobre el tabaco en ese momento.
- Cuán difícil es dejar el hábito.
- Cómo ha afectado su salud.
- Lo que le ha costado tanto financiera como socialmente.
Si puede, no permita que se fume en su casa. No fume en lugares cerrados y no permita que nadie más lo haga. Si tiene un auto, tampoco permita que se fume en él.
Cómo ayudar a su hijo a abandonar el hábito
Si su hijo ya comenzó a consumir tabaco, le presentamos estas sugerencias para ayudarles a dejar el hábito:
- Procure evitar el uso de amenazas o imponer algún ultimátum. Investigue la razón por la cual su hijo fuma o consume otros productos del tabaco. ¿Está él o ella tratando de llamar su atención o está tratando de ser aceptado por un grupo de amigos?
- Muestre interés. Haga algunas preguntas. Averigüe qué cambios pueden hacerse en su vida para que su hijo(a) deje de usar tabaco.
- Si usa tabaco, trate de dejarlo. Si usted fumaba o usaba otras formas de tabaco y ya dejó el hábito, háblele a su hijo sobre cómo usted se sintió. Personalice los pequeños problemas sobre el uso de tabaco y el gran reto de dejar el hábito. Los adolescentes y pre-adolescentes a menudo creen que pueden dejar el hábito cuando ellos quieran. Sin embargo, las investigaciones demuestran que la mayoría de los adolescentes nunca dejan de fumar. Procure que estos datos sean comunicados en una manera que no sea amenazante.
- Apoye a sus hijos si están tratando de dejar de fumar. Tanto usted como su hijo podrían necesitar prepararse para los cambios en el estado de ánimo que pueden venir con la abstinencia a la nicotina. He aquí algunos consejos para que su hijo sobrelleve los momentos difíciles:
Posponga: las ganas se desvanecerán con el tiempo.
Respire profundamente: inhale aire fresco profunda y calmadamente varias veces.
Tome agua: esto eliminará los químicos.
Haga algo distinto: busque un nuevo hábito sano, algún pasatiempo.
Exprésese: hable sobre sus pensamientos y emociones.
- Ayude a su hijo a hacer una lista de las razones por las cuales quiere dejar de fumar. Repase la lista cuando su hijo esté tentado a consumir tabaco.
- Finalmente, recompense a su hijo cuando él o ella deje el hábito. Planee algo especial para celebrar juntos.
Ayudar a su hijo a dejar el hábito es una de las mejores actividades que como padre usted podría hacer, y si usted usa tabaco, el próximo mejor paso sería dejar el hábito.
Más razones para mantener a sus hijos alejados del tabaco
La investigación ha mostrado que los chicos que consumen tabaco son mucho más propensos a consumir alcohol y drogas ilegales que los que no consumen tabaco. Los fumadores son más propensos también a estar involucrados en peleas, portar armas, tener intentos de suicidio, padecer problemas de tipo emocional como la depresión, y a tener conductas sexuales de alto riesgo.
Esto no significa necesariamente que el consumo de tabaco causa estos comportamientos, sino que son más comunes en los adolescentes que usan tabaco. Otros factores también influyen. Por ejemplo, los adolescentes que fuman y se involucran en otros comportamientos perjudiciales son menos propensos a tener apoyo de padres que participaban en sus vidas cotidianas.
Fuente: American Cancer Society